Ese Negro

Caminando por la sombra en un dia de calor, me cruzo a uno de los tantos mendigos que habitan las calles de mi ciudad. Este, como otros, hablaba con su perro tendido en el piso. El can agobiado por el calor descansaba bajo la sombra de un árbol mientras su dueño sentado a su lado le preguntaba "¿Qué pasa Negro?".

Sigo caminando, llego a mi destino, me siento a esperar mi turno mientras ojeo unos apuntes. Al rato miro por la ventana y lo veo de nuevo al vagabundo revolviendo la basura a metros mio, el Negro parado esperando a unos metros de su compañero que buscaba algo para comer. Abre la bolsa amarilla, nada. Abre la blanca, nada, abre la negra, nada, lo mira al Negro y le dice: "Hoy no es nuestro día". El Negro lo mira como si hubiese entendido a la perfección cada palabra que le dijo y sigue su camino, con esa mirada de desgano que tienen la mayoría de los perros de la calle, pero a la vez con esas ganas de seguir viviendo y con fuerzas para seguir, sabiendo que nada va a cambiar, mucho menos siendo un perro bastante grande y con tal deterioro como tenia el Negro.
Viéndolo al Negro tan agobiado y en tan mal estado aveces pienso que cualquiera podría hacerle un lugar en su casa, darle un plato de comida y agua pero estaríamos robándole el perro a una persona, mas que un perro un compañero.. el mendigo y el Negro eran compañeros de la calle, las recorren juntos como otros tantos compañeros urbanos en mi ciudad.

Y asi siguieron su rumbo, buscando en la basura que el dia cambie, y asi tener fuerza para mañana seguir recorriendo la ciudad juntos haciendose compania mutuamente.